No te apegues emocionalmente a la vivienda. Los compradores valorarán más la calidad, la localización, la ubicación, el tamaño y el estado del inmueble.

El mercado inmobiliario es muy cambiante. Sé objetivo acerca del precio que puede tener tu vivienda hoy y olvídate de su tasación anterior.

No conviene pensar que la firma inmobiliaria encontrará alguien dispuesto a pagar más que el valor de mercado. Hay que ser objetivo acerca del precio que puede tener la vivienda hoy y olvidar su tasación anterior.

En un mercado que tiende a la baja, como el actual, es muy importante valorar cada situación. Rechazar una oferta puede significar tener que aceptar otra inferior más adelante.

Es complicado llegar al precio idóneo. Es necesario evaluar la zona, los inmuebles cercanos que están en venta y los precios de las viviendas que se han vendido en condiciones similares. Hay que comparar todos los factores de forma objetiva.

Una buena campaña promocional y los costes implícitos no justifican un precio más elevado. 

Para evitar que las entidades bancarias frenen una operación de venta es necesario estar informado acerca de las tasaciones e informes de la zona de forma previa, antes de fijar un precio con el comprador.

Dado que el precio de la vivienda está bajando, es una ventaja bajar el precio respecto al de la competencia para vender el inmueble antes.

El comprador siempre espera comprar la mejor casa al mejor precio. Pide a tu agente inmobiliario evaluar otros inmuebles en venta para poner un buen precio y conocer sus debilidades. Explota las bondades de tu casa en aspectos que sabes que supera a las demás: ubicación, orientación, los ruidos…

Es complicado establecer un precio óptimo a la primera. El precio inicial es sólo un punto de partida y variará en función de las fluctuaciones del mercado. Debes estar preparado.